Un Seguro de Vida es una póliza que protege a tu familia ante un siniestro que suponga tu fallecimiento o genere una situación de incapacidad que te impida mantener tu actividad profesional. Esta póliza te ofrece la garantía de que, en caso de que se produzca tu propio fallecimiento, se indemnizará con una cantidad económica determinada, el capital asegurado, a tus familiares directos o a las personas que tú mismo elijas como beneficiarios de la póliza.
El propósito principal del seguro de vida es servir como sustituto de los recursos económicos que tú generas, en el supuesto de que fallezcas o quedes incapacitad@ para generarlos. El tipo de seguro y el valor que contrates dependerá de las necesidades que tengas, de los familiares a tu cargo, de los riesgos que quieras cubrir o de la etapa vital en la que te encuentres. Pero en general las principales razones para contratar un seguro de vida, aunque puede haber muchas más, son las siguientes:
Garantizar el futuro de tu familia
La cobertura básica de un seguro de vida es el fallecimiento del asegurado o la asegurada. Un producto de estas características adquiere una relevancia especial sobre todo para aquellas familias con una elevada dependencia económica, o incluso total, de la persona asegurada. El seguro de vida aporta a los familiares estabilidad económica durante al menos el tiempo suficiente para readaptarse a la nueva situación.
L@s expert@s recomiendan asegurar una cantidad equivalente a cuatro años de ingresos, ya que se calcula que es el importe adecuado para hacer frente a los gastos que se pudieran ocasionar tras el fallecimiento y mantener el mismo nivel de vida durante la adaptación.
Proteger tu propio futuro
Los seguros de vida no solo cubren en caso de fallecimiento, también protege a l@s propi@s asegurad@s frente a imprevistos igualmente desafortunados, entre ellos la invalidez permanente absoluta. En esta situación, el asegurado o la asegurada no podrá realizar trabajo remunerado alguno y además puede llevar implícitos ciertos gastos como los médicos. Por lo tanto, un seguro de vida garantiza una cantidad de dinero para hacer frente a esta delicada situación.
Cubrir gastos
Un fallecimiento conlleva una serie de gastos, que de no estar cubiertos por el seguro de vida, sumarán problemas a la ya desgraciada situación. Los gastos de sepelio, por ejemplo, quedan cubiertos con el seguro de vida. La hipoteca también puede ser levantada con el capital del seguro de vida. Igualmente, si la familia dispone del dinero del seguro de vida, les resultará más fácil hacer frente al impuesto de sucesiones.
Si estás interesad@ en contratar un seguro de vida, en Seguros Urkijo te asesoraremos para que encuentres la póliza que cubra tus necesidades y las de tu familia.